Como nueva entrada, empezaré recordando aquella exposición que realicé, junto con mi buen amigo Toyo, en el Bar La Panera en Piedrahita (Ávila) allá por el 2008.
Siempre es grato encontrar la manera de transmitir tus sentimientos pincelados en un cuadro a otras personas que quieran y deseen impregnarse de un trocito de nuestra pasión.
He de decir además, que fuimos tratados con una gran simpatía y que nunca olvidaré la experiencia y las sensaciones que tuve mientras que colgaba los cuadros... Aún se me sigue poniendo la piel de gallina.
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